¿Qué pasa con el vendedor cuando el cliente empieza a comprar sólo?
Cada vez más comercios minoristas hacen sus pedidos directamente desde el celular. Ya no esperan la visita del vendedor. Ya no se acuerdan de lo que falta: lo buscan, eligen y compran, todo desde un canal digital.
Si tienes una tienda digital con Tienda Propio, probablemente ya lo estés viviendo. Y si todavía no la tienes, es sólo cuestión de tiempo. El futuro es autoservicio. El cliente se va a autogestionar.
¿Y entonces? ¿Qué pasa con el preventista? ¿Se queda sin función?
En absoluto. Pero no le va a quedar otra: su rol tiene que transformarse.
El preventista ya no es un tomador de pedidos.
Es un desarrollador de negocios.
Y estos son los 4 principales funciones que tiene que asumir:
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1. Construir relaciones humanas de confianza
La empatía, la escucha y la cercanía siguen siendo diferenciales.
En un mundo en el que todo se automatiza, lo humano toma más valor. El nuevo preventista es un socio del cliente, no un anotador de productos.
Conocer al cliente, escuchar sus problemas. Entenderlo. Detrás de cada negocio hay personas, y entender eso puede ser el diferencial único que te va a permitir conectar con tu cliente, para luego poder asesorar e influenciar en cómo hacer crecer su negocio con tu propuesta.
2. Acompañar la adopción del canal digital
No alcanza con tener la tienda online: hay que sembrarla.
El preventista tiene que enseñar a usar la tienda o el WhatsApp, estar presente en los primeros pedidos y convertir el canal digital en un hábito de compra.
Sabe quién compró, quién no, quién se quedó a mitad de camino, y puede intervenir para destrabar el proceso. Su foco ya no es anotar pedidos, es activar cuentas.
3. Impulsar el crecimiento de cada cuenta
El preventista del futuro entiende cómo piensa y compra cada cliente.
Conoce su negocio, sus tiempos de reposición, sus categorías fuertes y débiles. Usa ese conocimiento para ayudarlo a comprar mejor: más surtido, más seguido, con menos quiebres y mejores márgenes.
La tienda online no reemplaza ese vínculo, lo potencia: permite ampliar el surtido, evitar quiebres de stock y mejorar el servicio. Pero necesita de alguien que impulse ese uso inteligente del canal.
Porque atender una cuenta no es lo mismo que desarrollarla. Y el desarrollo requiere estrategia, criterio comercial y cercanía real.
4. Cuidar la ejecución en el punto de venta
El nuevo preventista también es un embajador de marca.
Supervisa que los productos estén bien exhibidos, detecta oportunidades para visibilizar marcas o lanzar promociones, y conecta lo digital con lo físico.
Si se lanza una promo en la tienda online, se asegura que esté también visible en el local. Si hay una categoría estratégica, la impulsa con una activación especial. Está atento, presente y al servicio del desarrollo.
Sí, transformarse duele. Pero vale la pena.
Sabemos que cambiar no es fácil. Hay zonas de confort, rutinas establecidas, resistencia interna.
Pero si lográs acompañar a tu equipo comercial en este proceso, si los ayudás a reconvertirse, si los formás y les das herramientas… vas a tener una fuerza de ventas más fuerte, más rentable y más escalable que nunca.
En Tienda Propio ya lo estamos viviendo.
Distribuidoras que capacitan a sus vendedores, que integran la tienda online con la gestión del preventista, que transforman la visita en una oportunidad de sumar valor… están vendiendo más, con menos esfuerzo.
El cambio ya empezó. Ahora depende de vos si lo liderás, o si te pasa por encima.
¿Querés conversar sobre cómo transformar tu canal de ventas y potenciar a tu equipo?
En Tienda Propio te acompañamos en el proceso.
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